
A lo largo de la firma Solbes no paraba de reirse con su compañero de la izquierda, el presidente de la Asociación Española de Banca, Miguel Martín.
Al terminar las firmas podía producirse una foto simpática (a pesar de la categoría de los presentes) ya que el acto lo formaban unas diez personas. Igual se intentaban dar la mano todos a la vez o algo así y a ver cómo lo conseguían. Todavía no se habían levantado de la mesa los protagonistas cuando una periodista va a retirar su grabadora de la mesa. En ese momento Solbes se da cuenta de que las grabadoras graban y por lo tanto esa conversación privada tan graciosa que tenía con su compi podía salir a la luz.
Al Ministro se le hincha la cabeza y le repite a la periodista "por favor, por favor" señalándola como para que ésta le devolviera la cinta y acusándola de grabar conversaciones privadas. ¿Se habría enterado de que estaba allí por lo de las firmas? Sin orden judicial no hay cinta que valga así que Solbes se lo tiene que comer. Se enfada, se levanta, mete el turbo y sale escopetado dejando al resto de protagonistas sentados con cara de circunstancia. He visto a niños de 5 años enfadarse con más madurez.
