El cigarrillo de después puede ser un síntoma de satisfacción, de celebrar un trabajo bien realizado. Ha sido un día terrible en Wall Street. El que se fuma este corredor de bolsa debe de servir para la evasión, al menos durante los 20 minutos que tarda en volver la presión arterial a la normalidad después de consumir el tabaco. Quién sabe, al fin y al cabo es el que parte y reparte.
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