10 noviembre 2009

Vergüenza propia y ajena

El acorralamiento contra la pared que hemos hecho hoy en la Audiencia Nacional a dos víctimas de un secuestro que no querían hacer ninguna declaración ha sido sencillamente vergonzoso.





Menos ansia y más respeto.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno que esperas? tú eres amigo del mayor tiparraco de la profesión también llamado Edualcaparra.

Willy Sanz dijo...

¡Qué grande Edu! ¡Mi amigo trifásico!

Nividhia dijo...

Muy grande tiparraco, sobre toco, aco :D

Francisco Seco dijo...

jajajaja Grande Edu :) Grande Sanz!!
Lo de el acorralamiento por desgracia es algo que ya he vivido antes. Si, es cierto, a veces damos mucha vergüenza. Me incluyo.
Un saludo
Fran