25 septiembre 2006

Ética digital

Versión traducida y resumida del artículo de John B. Zibluk "Who will use professional ethics?" para la revista News Photographer. Zibluk es coordinador del programa de fotoperiodismo en la universidad de Arkansas.


Hace una década o más las imágenes digitales parecían algo inocente. Podías jugar, poner la cabeza de otro en tu cuerpo, quitarte 10 kilos, convertir la noche en dia...era algo nuevo, creativo y divertido. [En el campo del fotoperiodismo] nadie salió perjudicado porque parecía haber un acuerdo general. Utilizábamos la "norma del cuarto oscuro": no hacer ningún cambio sobre la imágen que no harías en un laboratorio tradicional y no usar ninguna imágen que no utilizarías si viniera de éste. Aunque estas normas no han cambiado, las explicaciones y las analogías sí que lo han hecho. Mis alumnos de los últimos cinco años no han utilizado nunca un cuarto oscuro tradicional.

La educación sobre fotoperiodismo ha ido en aumento. Hay organizaciones magníficas como digitaljournalist.org, poynter.org o la famosa sportsshooter.com que tienen recursos, contactos, guías y foros online. En cualquier caso esos recursos están ahí para los fotógrafos de prensa con experiencia e interés profesional.



Lo que no está claro es qué significa la palabra "profesional" en la fotografía de prensa. Cualquiera con un móvil con cámara se puede autoproclamar como fotoperiodista e incluso vender y cobrar por su trabajo. Cualquiera con acceso a internet puede hacerse un blog y publicar un producto o ser un editor.

La que tiene más éxito de mis clases se llama autoedición. Los asistentes aprenden a realizar flyers, boletines, anuncios..., son gente que viene del mundo de los negocios, el marketing, la salud o el deporte. Estos alumnos no se consideran periodistas aunque el trabajo que hacen está destinado a ser publicado. Utilizan imágenes, tecnología de escaneado, cámaras digitales y Photoshop.

Nos guste o no y les guste o no, están actuando como fotoperiodistas. Tienen muchos malos hábitos como descargarse imágenes de internet sin permiso del autor. Alteran fotografías y las colocan fuera de contexto. No se lo piensan dos veces. Los alumnos que no vienen de carreras de periodismo se sorprenden del hecho de que las fotos colgadas en internet tengan derechos de copyright. He empezado a dar una lección sobre copyright en todas las clases y no sólo en las orientadas al fotoperiodismo profesional.

Los blogers y los que tienen espacios personales en internet no tienen por qué considerarse fotoperiodistas. Sin embargo enseñan imágenes pretendiendo contar una verdad. Cuentan historias con fotos y palabras.

Los profesionales de los medios de comunicación tradicionales tenemos que sobrepasar los que antes eran nuestros límites. Los medios tradicionales son finitos pero nuestra presencia en la web no deja de crecer. Los profesionales tenemos una experiencia que la gente de los "nuevos" medios puede utilizar. Podemos ser como unos padres. Tenemos mucho que enseñar y compartir, al fin y alcabo tampoco somos ajenos al mundo digital en el que también hemos crecido en la última década.

Las viejas normas todavía tienen vigencia. La ética del cuarto oscuro se puede usar en los blogs, páginas web, podcasts y en las nuevas publicaciones. Y seguirá estando vigente con los cambios de la profesión.

El gran reto al que nos enfrentamos es el mismo que tienen los padres: encontrar una manera de ser oportunos y eficaces siendo nosotros los que lleguemos a ellos y no al revés.

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