La única razón por la que pillaron a los dos fotógrafos de los casos que he mencionado es porque son unos patanes con el Photoshop y el truco era evidente. Normalmente un fotógrafo se desenvuelve bastante bien con este programa así que me pregunto cuantas más nos cuelan. Una foto bien trucada es indetectable sobre el papel.
Lo que tampoco puede pasar es que entremos en un estado del pánico y que cualquier píxel que no encaje en nuestro esquema mental deba ser sometido a juicio. Me refuero a casos como este. Cuando disparas a una velocidad de obturación lenta, lo que se mueve sale difuso, y si es negro con el fondo blanco, como el cable del micro, apenas deja rastro pero lo deja y se ve. Esta foto tiene una velocidad de 1/6 de segundo. No hace falta liarla y que tenga que salir el fotógrafo a dar explicaciones y lecciones de fotografía.
Foto: Jim Wilson/The New York Times
La vigilancia antimanipulación parece centrarse en las imágenes y los fotógrafos. Los dos trabajadores de las agencias EFE y Reuters fueron fulminantemente despedidos. Me parece correcto. Curiosamente si las consecuencias fueran similares para los redactores, articulistas o plumillas que manipulen, omitan o tergiversen una información más de una redacción se quedaba vacía. ¿No?
1 comentario:
La de acebes es bastante cutre y evidente, y la otra el resultado es malo pero no entiendo que pretenden conseguir en ninguna de las dos...
Si echasen a los plumillas por manipular no estarían ni los jefes!!
Un saludo
/diegs
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