FOTOS ©GUILLERMO SANZ
En 2001 varios jóvenes amputados, víctimas de un terrible método para expandir el terror en la guerra civil de Sierra Leona, se empezaron a organizar para jugar al fútbol en un campo de refugiados de Freetown. Poco a poco se convirtieron en un movimiento organizado que convirtió a los jugadores en activistas por la paz y que cambió sus propias vidas.
Estos días varios de esos jugadores están en España para mostrar su realidad y por supuesto sus habilidades deportivas.
El documentalista Sergi Agustí coordina el proyecto tras haber mostrado la actividad de estos jóvenes en el corto documental One Goal con fotos de Pep Bonet.